III Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores

El domingo 23 de julio de 2023, pocos dias antes de la Jornada Mundial de la Juventud, la Iglesia universal celebra la III Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores. Se trata de una proximidad con sabor de feliz coincidencia. El Papa Francisco invoca de nuevo el vínculo entre los jóvenes y los mayores para invitar a una alianza que nace de la escucha.

La Jornada es una ocasión para decir, una vez más, con alegria, que la Iglesia quiere estar de fiesta con aquellos a quienes el Señor -como dice la Bíblia- ha «colmado de dias».

¿CUAL ES EL MENSAJE DEL PAPA?

«Su misericordia se extiende de generación en generación» (Lc 1,50) es el lema escogido por el Papa para esta Jornada.

El encuentro entre la joven María y su anciana prima Isabel -dos mujeres que llevan en sí una promesa de futuro- está en el centro tanto del mensaje dirigido por el Papa a los jóvenes que salen hacia la JMJ como el dedicado a los abuelos y mayores. Este versículo nos recuerda que la misericordia de Dios se manifiesta en la historia a través de los testimonios de los que la han experimentado y transmitido a sus hijos y nietos. «El camino de María y la acogida de Isabel abren las puertas a la manifestación de la salvación. A través de su abrazo, la misericordia de Dios irrumpe con una gozosa mansedumbre en la historia humana», dice el Papa.

¿CÓMO PODEMOS CELEBRAR LA JORNADA?

  • Visitar las personas mayores que estan solas. Es un gesto de ternura de una Iglesia en salida. Entregar el mensaje del Papa, dar la oración especial preparada para ellos, acompañarlos a misa.
  • Preparar la jornada con los mayores. Que el mayor número posible de personas mayores celebren la jornada asistiendo a misa acompañados por los más jóvenes. Que estén presentes en las homilías, en las oraciones y en la Bendición final.
  • Preparar la jornada con los jóvenes. Invitar a los jóvenes a que lleguen al mayor número posible de personas mayores con sus visitas.
  • Indulgencia Plenaria a todos los ancianos que participen en las liturgias celebradas con motivo de la Jornada y a todos aquellos que visiten a un anciano que está solo.

SE TRATA DE UNA PASTORAL A LARGO PLAZO.

Con el tercer año de celebración, la Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores se confirma como una cita fija en la vida de nuestras comunidades y se enriquece con nuevos significados.

La atención por los mayores no es sólo un deber de gratitud y de afecto, sino una necesidad para construir una sociedad más humana y fraterna. El Papa nos invita a reconocer su valor no de forma ocasional sino permanente. No se trata de agasajar a nuestros queridos mayores una vez al año, sino de hacerles sentir parte integrante de nuestra familia cristiana y nuestra historia común. En muchos lugares son un punto de referencia de las comunidades y custodios de la memoria. Se impone un cambio de mentalidad para superar los prejuicios que hacen aparecer a los ancianos como personas pasivas e inútiles y entrar en una relación de reciprocidad y de compartir.

Enriquezámonos con la lectura de las catequesis que ha impartido el Papa sobre la Ancianidad. .